A medida que se acerca la votación para elegir al líder del PSOE, mañana a partir del mediodía, los equipos de los dos aspirantes cuentan y recuentan los posibles apoyos, federación a federación. Los números les salen a los dos; ambos ganan. Y como eso es imposible, en las dos candidaturas se reconoce que los informantes en cada federación no tienen los datos del todo ajustados, porque un porcentaje de delegados no dice realmente lo que va a votar.
Ambos equipos han decidido, en consecuencia, apretar el acelerador, y lo que les parecía innecesario hace una semana ahora no sobra. Por ejemplo, los contactos personales que empezaron ayer en Sevilla, continuarán hoy todo el día y seguirán hasta que se abran las urnas mañana.
No es casualidad que ayer el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, declarara a este periódico de manera abierta su decisión de votar a Rubalcaba. Hasta el día anterior no lo había considerado necesario. “Una amplia mayoría de los delegados de Galicia está con Rubalcaba y yo estoy en sintonía con esa mayoría”, aclaró.
Desde Galicia se apuesta por que a Rubalcaba le voten 38 delegados y que 16 sean para Chacón. Esa proporción se parece bastante a la que calcula el equipo del exministro y se queda corta para la exministra, que cree disponer de 23 o 24 delegados.
En las organizaciones de toda la cornisa cantábrica se considera exagerado que las miradas se hayan puesto en Andalucía como federación determinante de lo que ocurra en el congreso. Este deseo de relativizar su influencia decisiva es coincidente en los delegados que apoyan a Rubalcaba, y con más fuerza desde la división de los delegados andaluces entre ambos aspirantes.
Pero no debe dar igual cuando al pronunciamiento de los secretarios generales de cinco provincias andaluzas a favor de Chacón ha seguido el pronunciamiento del resto a favor de Rubalcaba. “Ya se sabía que Susana Díaz estaba a favor y haciendo campaña por Chacón”, dicen en la candidatura de Rubalcaba después de conocer que la secretaria de Organización de los socialistas andaluces, y mano derecha del presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, aguardara hasta pocas horas antes del congreso para decir que está con Chacón.
“Si Andalucía se decanta por Chacón, Rubalcaba tiene que hacer un sprint muy duro”, reconoce un dirigente favorable al exministro. Pero su equipo no admite que Chacón vaya por delante y trata de convencer de que la eventual ventaja de Chacón en el sur la compensa Rubalcaba con Asturias, donde puede lograr 32 o 34 de los 45 delegados.
En la candidatura de Chacón se exhibe la mayoría que dice tener en Cataluña, sin duda; en Andalucía, Valencia y Madrid. Estas federaciones suman 501 votos de los 956 que componen el cuerpo electoral de este 38º Congreso Federal del PSOE. Y Rubalcaba partía con la desventaja inicial de que su contrincante tenía de partida el casi centenar de votos del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). En cambio, no se esperaban en la candidatura del exvicepresidente que los socialistas de la Comunidad Valenciana se volcaran con Chacón, ni tampoco que se decantaran por ella buena parte de los delegados gallegos, que consideraban afines a Rubalcaba.
No se había observado con expectación el congresillo de Extremadura en la creencia de que la inmensa mayoría de los 49 delegados, encabezados por Guillermo Fernández-Vara, respaldaba a Rubalcaba. Desde la candidatura de Chacón se apuesta por que 19 le apoyarán a ella y 30 a su rival. Esa cifra les parece imposible a quienes apoyan a Rubalcaba pero interlocutores no alienados advierten de que “hay voto oculto”. Y no solo en Extremadura sino también en otras federaciones. Delegados de distintas federaciones no dudan en reconocer que les han llegado avisos de compañeros de que no van a votar en el sentido que se les presume.
En este contexto se comprende el nerviosismo de las dos candidaturas porque juegan con el factor de ocultación del voto y con la difícil adscripción de casi un centenar de delegados en el conjunto de España.
A Rubalcaba se le preguntó ayer en un acto con mujeres socialistas si tendrá a una mujer como número dos del partido si gana. Respondió que no era momento de hablar del equipo pero añadió, con mucha intención, que no le disgusta ese planteamiento. También para Patxi López, secretario general de los socialistas vascos y lehendakari, tuvo palabras de pleno reconocimiento: “Todo el mundo sabe mi historia de amor político con Patxi López, al que siempre escucho y atiendo”. López es candidato muy probable a estar en la nueva ejecutiva federal.
La composición de la ejecutiva empieza a negociarse tras la elección del secretario general y su votación se realiza el domingo. Así, el líder tiene toda la tarde y noche del sábado para negociar. Cualquiera que sea el ganador, hablará con los secretarios generales de todas las federaciones para formar su equipo.
Pero antes tienen que ganarse el liderazgo y a ese respecto ambos dan gran importancia a sus intervenciones previas a la votación. La forma y el fondo son relevantes para atraer a los indecisos y conseguir cambios de opinión. Los dos han empezado ya a redactar sus discursos.
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Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón se enfrentan a un fin de semana decisivo para su futuro y el del Partido Socialista (PSOE). Ambos son candidatos a la secretaría general del partido y los dos, ex vicepresidente y ex ministra, serán los protagonistas de un Congreso Federal del que saldrá el nuevo líder de la formación.
Sevilla acogerá desde hoy viernes y hasta el domingo una cita que tiene lugar en uno de los momentos de mayor debilidad de los socialistas: sin apenas poder territorial y tras una histórica derrota en las elecciones generales celebradas en noviembre, en las que el PP y su líder, Mariano Rajoy, obtuvieron una contundente mayoría absoluta.
Al cónclave, que clausurará el domingo el nuevo secretario general, acuden cerca de 3.000 personas, entre delegados, cargos del PSOE, invitados españoles y extranjeros, observadores y periodistas.
El Congreso supondrá también la despedida de José Luis Zapatero, que realizará el viernes por la tarde su última intervención como secretario general del PSOE y presentará el informe de gestión de su Ejecutiva.
El sábado tendrá lugar el momento más esperado: la votación en la que los 956 delegados con derecho a sufragio elegirán al líder de la era post Zapatero y sobre la que nadie se atreve a anticipar un resultado. En la recta final de sus campañas, el ex vicepresidente y ex ministro del Interior Rubalcaba y la ex ministra de Defensa Chacón, llegan a la votación muy igualados, según se deduce de los pronunciamientos de delegados y federaciones.
"Vamos a elegir tres cosas: nuestro secretario o secretaria general; la Ejecutiva y Comité Federal; y pondremos en marcha la línea política que seguirá el PSOE los próximos años", anunciaba este jueves el secretario de Organización de los socialistas, Marcelino Iglesias.
Tensiones de última hora
Los dos candidatos han puesto punto y final este jueves a sus respectivas campañas, con las que han tratado de recopilar apoyos para sus proyectos. Las dudas y la tensión han sido la tónica dominante en las últimas horas, acentuadas por las denuncias de injerencias realizadas por los delegados andaluces.
El secretario provincial sevillano, José Antonio Viera, aseguró ayer que hay dirigentes del partido que han "atentado" contra la autonomía de las delegaciones y ha pedido que se deje votar en el congreso sin presiones "ilegales" e "inmorales".
Viera, que apoya a Rubalcaba, ha acusado directamente a la dirección andaluza de favorecer la candidatura de Chacón.
Tampoco el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha escapado de esta polémica y ante el apoyo explícito de cinco secretarios provinciales a Chacón ha insistido en su neutralidad y ha recordado que otros ya hicieron público su respaldo a Rubalcaba.
Por la mañana, Rubalcaba había señalado que le parece "fatal" que haya dirigentes que atribuyan el apoyo de sus delegaciones a uno u otro en lugar de hablar individualmente, porque el voto de cada uno de los delegados es suyo y secreto.
Protagonismo femenino
Carme Chacón ha elegido Sevilla para celebrar los últimos actos de su campaña, lo que supone un gesto ante las elecciones autonómicas que se celebran en Andalucía el próximo 25 de marzo. La candidata a la secretaría general socialista ha querido resaltar la importancia de este Congreso para la próxima cita con las urnas.
"El congreso de Suresnes supuso la modernización del partido; el 35 congreso fue el de la democracia y el 38 congreso será el de la victoria de Andalucía en las elecciones del 25 de marzo", ha dicho la ex ministra de Defensa, quien también ha sugerido que el sol que lucía en Sevilla "seguramente sea el signo de muchas cosas".
Rubalcaba, por su parte, tuvo ayer su último acto en Madrid, donde se reunió con un grupo de mujeres socialistas y afines al partido, entre ellas la feminista Amelia Valcárcel. Allí confesó que tiene "en la cabeza" elegir a una mujer como su "número dos" si es nombrado secretario general.
También admitió que cuenta especialmente con Patxi López, aunque a la hora de hablar de un puesto en la dirección recuerda que su amigo y compañero actualmente es "el lehendakari de todos los vascos" y ése es el puesto "que ocupa y le preocupa"
"Lo que dice Patxi me influye, lo que piensa me interesa y lo que me pide generalmente lo hago", señaló el candidato, quien en cualquier caso no quiso adelantar a quién propondría para la dirección del partido si gana el sábado, porque quiere ver cómo se desarrolla el congreso y pretende contar "con todos".
La plataforma de apoyo a Rubalcaba subrayó este jueves que cuenta ya con el respaldo de seis secretarios generales del partido: el vasco Patxi López, el castellanoleonés Oscar López, el asturiano Javier Fernández, la cántabra Lola Gorostiaga, el balear Francesc Antich, y el gallego Pachi Vázquez.
Los alcaldes de Toledo, Emiliano García-Page, y de Vigo, Abel Caballero, también explicitaron su apoyo al ex vicepresidente del Gobierno.
Por su parte, el ex presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra critió que se quiera desvincular a Chacón del último Gobierno socialista, porque a su juicio la candidata es "Zapatero con faldas".
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